Adoremos en medio de la oscuridad - Hannia Carvajal

 

Al transcurrir la vida sin duda vamos a tener aflicciones y a pasar algunos valles oscuros, viviremos dificultades y pelearemos batallas… Pero en medio de esos momentos no podemos olvidar que no estamos solos, Jesús a través de su palabra nos recuerda que Él ya ganó todas las batallas, llevó todas nuestras cargas, hizo suyos nuestros dolores y si lo aceptamos en nuestra vida nos toma de la mano dirigiéndonos en medio de cualquier valle de sombra y de muerte en nuestra vida.

Pablo y Silas son un excelente ejemplo de cómo hacerlo, pues en medio de su dolor, con golpes, heridas, oscuridad y cadenas fueron capaces de rendir adoración a Dios confiadamente.

Probablemente alguna vez has pasado una dura prueba como las he pasado yo, todos sabemos lo triste y desolador de ese proceso. Quizá alguna vez al igual que yo has pensado que por un momento Dios nos dejó en espera, o que se olvidó de nuestra oración, pero, es justo en el momento de más oscuridad “a eso de la media noche” cuando viene el de repente de Dios a sorprendernos, con paz que sobrepasa nuestros temores, que supera nuestro entendimiento, con un milagro que nos conmueve, con una respuesta que libera nuestra alma angustiada, o con fuerza sobrenatural para mantenernos firmes para no huir del proceso en el estamos.

Leí una vez que “las pruebas más escandalosas, las que no se pueden ignorar, hacen que la obra de Dios sea más notoria ante el mundo” a la vez que aumenta y perfecciona nuestra fe. Por eso al igual que hicieron Pablo y Silas nosotros debemos con nuestra adoración darle la gloria a Dios, quitando relevancia a los problemas para rendirlos ante nuestro Salvador que ya nos ha dado la victoria.

Así que adoremos entonces también en medio de la oscuridad, a plena luz del día, con lágrimas o entre risas, en angustia o con gozo con respuestas o sin ellas… Porque su poder se perfecciona en la debilidad. Confiemos en el proceso al igual que lo hicieron Pablo y Silas en medio de la cárcel pues el de repente de Dios sin duda vendrá.

Motivo de Oración:

Pidamos para que seamos un pueblo que sabe deleitarse en el señor, y que a pesar de las circunstancias podamos encontrar gozo y esperanza en ÉL.