Jesús nuestro fundamento inquebrantable - Ana Arraya
“Porque nadie puede poner otro fundamento que el que está puesto, el cual es Jesucristo.”
1 Corintios 3:11 RVR1960
En el camino de nuestra fe, es esencial recordar la importancia de afianzar los cimientos que nos sostienen, recordemos que Jesucristo es nuestro fundamento sólido e inquebrantable. Al edificar nuestras vidas en Él, creamos una estructura resistente que enfrenta las pruebas cotidianas con firmeza. Podemos hallar ancla y certeza de esto en el versículo de 1 Corintios 3:11 “Porque nadie puede poner otro fundamento que el que está puesto, el cual es Jesucristo”. Meditemos y accionemos en los siguientes puntos:
1. Oración Constante: Esta práctica no se limita a momentos específicos, sino que abarca toda la vida diaria. Implica un diálogo constante con Dios buscando su voluntad y confiando en su gracia. Es una expresión de dependencia y reconocimiento de que, aparte de Cristo, no hay fundamento sólido para dirigir y sustentar la vida cristiana.
2. Escudriñar la Palabra: Profundizar en el conocimiento de Jesucristo a través de las Escrituras, que son la revelación de Dios. No se limita a una lectura superficial, sino que implica un estudio cuidadoso, reflexión, búsqueda de entendimiento y un deseo de conocer a fondo la verdad divina. Al hacerlo, los creyentes buscan construir sus vidas sobre el fundamento sólido de Jesucristo y aplicar los principios bíblicos en su caminar diario.
3. Comunión con la Iglesia: Fortalece la relación individual con Cristo al proporcionar apoyo, enseñanza, y una atmósfera donde los creyentes pueden crecer juntos en la fe. Es un reconocimiento de que la fe no se vive de manera aislada, sino en relación con otros seguidores de Jesús.
Este pasaje destaca la centralidad de Jesucristo como el único fundamento sólido sobre el cual se construye la fe cristiana. Es un recordatorio de la necesidad de una fe sólida, un entendimiento profundo de las escrituras y una participación comprometida en la comunidad cristiana para construir vidas arraigadas en la verdad y el amor de Cristo.
Motivo de oración: Padre celestial, te pedimos que nuestras vidas reflejen la firmeza de Jesucristo en nuestra vida como fundamento divino, ayúdanos a crecer espiritualmente y ser una comunidad que glorifique tu nombre. Te lo pedimos en el nombre de tu Hijo Jesús, amén.
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