Obedeciendo a la dirección de Su voz - Darlin Vargas Víquez


 

 

“Acontecerá que si oyeres atentamente la voz de Jehová tu Dios, para guardar y poner por obra todos sus mandamientos que yo te prescribo hoy, también Jehová tu Dios te exaltará sobre todas las naciones de la tierra. Y vendrán sobre ti todas estas bendiciones, y te alcanzarán, si oyeres la voz de Jehová tu Dios.

 Deuteronomio 28:1-2 (RVR1960)

 

Los que pertenecen a Jesucristo tienen el Espíritu Santo que mora en ellos, y Él nos ayuda a reconocer la verdad de Dios y su dirección para su propósito en nuestra vida. Escuchar con atención la voz de Dios es algo en lo que crecemos a medida que maduramos en la fe. Tal escucha de la voz de Dios se refiere a la comunión con Dios a medida que nos relacionamos con Él a través de Cristo. 

La palabra obedecer viene de “ob audire”, “audire” significa en latín “escuchar”. La obediencia radica primeramente en escuchar, si no escuchamos las instrucciones que nos dan no podemos obedecerlas. Tal escucha de la voz de Dios se refiere a la comunión con Dios a medida que nos relacionamos con Él a través de Cristo. Por esta razón existe una gran importancia en mantener una comunión con Dios que nos lleve a dar frutos.

Nuestra naturaleza pecaminosa e insuficiencia nos lleva a tener una dependencia de la guianza de Dios en cada paso que demos. “no que seamos suficientes en nosotros mismos para pensar que cosa alguna procede de nosotros, sino que nuestra suficiencia es de Dios” 2 Corintios 3:5 (LBLA). Ante todo, debemos entender que cuando hablamos de depender de Dios no significa no hacer nada o actuar con imprudencia y esperar que Él nos proteja sino más bien que en medio de nuestro caminar podamos aferrarnos de Dios con convicción.

Caminar conforme al corazón de Dios es parte de una vida de adoración. Prioricemos a Dios en cada decisión, no dejándonos llevar por nuestra propia prudencia y de esa forma poder adorarle a Él.

Motivo de oración: Que Dios pueda agudizar nuestros oídos para poder escuchar su voz y fortalezca cada vez más nuestra relación con Él para poder caminar conforme a su corazón.