Prepárate!!!
Mateo 24:46, ¡Qué afortunado aquel siervo que cuando su señor regresa, lo encuentra cumpliendo su deber!
Hace poco vi una película que se llama Capitán Sully, es una película que narra la experiencia de un piloto que tuvo que amerizar en el Rio Hudson en Nueva York debido a un desperfecto en los motores causado por un choque con un grupo de aves que se toparon de frente. Dentro de los protocolos de las aeromozas que sabían lo que iba a acontecer, ellas le gritaban a una sola voz a todos los pasajeros, ¡mantengan sus cabezas bajas, ¡prepárense, prepárense! Que impresionante debe ser oír esto en pleno vuelo. No saber lo que va a acontecer con claridad, pero si saber (porque te lo están advirtiendo), que algo esta por acontecer y que debemos estar listos para eso.
Cuando oí esta expresión de las aeromozas, no pude dejar de pensar en estar preparados para dar cuentas cuando nuestro Señor aparezca. Cada uno de nosotros que nos han asignado, dones, talentos, responsabilidades dentro de la construcción del Reino de Dios y es importante que sepamos que tarde o temprano vendrá el dueño que nos entregó esos talentos y nos llamará a cuentas.
Como bien lo dice Mateo 24:46, que afortunado sería el siervo que cuando su amo regrese lo hallara cumpliendo ¡su deber! Él lo pondría en alto.
Se que la mayoría deseamos ser esos siervos fieles, sin embargo, no todos estamos siendo conscientes del cumplimiento de nuestro llamado. Hay mucho trabajo por hacer y pronta está la venida de nuestro Señor (muchas señales nos lo advierten), y pocos son los obreros, somos los mismos haciendo de todo y la gran mayoría esta expectante. ¿Porque pasa esto? Puede ser que algunos piensen que tenemos tiempo, que el Señor tardará en llegar, otros pensaran que ellos no tienen los dones de otros y lo que tienen no hace falta, otros no quieren asumir sus responsabilidades, otros pereza o distraídos o ni cuenta se han dado que sus manos están haciendo falta.
Conclusión: En este día, la palabra del Señor nos recuerda que todos tenemos que cumplir con la asignación que nuestro Amo nos ha encomendado. ¡Escuche hermano!, hay fuerte voz que resuena desde el cielo, ¡“Prepárense, Prepárense”!.
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