COMO OÍR A DIOS II - Pastor Osvaldo Carrillo


Texto: Lucas 8:8 “El que tiene oídos para oír, ¡que oiga!” 

 

Una de las afirmaciones más básicas del cristianismo es que Dios habla al ser humano. A través de toda la Biblia se ve la frase: “Y dijo Dios . . . ” 

Hoy seguiremos profundizando en: 

 

¿Cómo oigo a Dios hablarme?    

 

DEBO APARTAR TIEMPO PARA ESCUCHAR

 

Lucas 8:6,13 Otra parte cayó entre las piedras; y cuando esa semilla brotó, se secó por falta de humedad. La semilla que cayó entre las piedras representa a los que oyen el mensaje y lo reciben con gusto, pero no tienen suficiente raíz; creen por algún tiempo, pero a la hora de la prueba fallan. 

  • Debo desacelerarme, tomar momentos de quietud.
  • Hay gente que tiene todo en agenda, menos un tiempo para Dios
  • Cuando vivimos de manera apresurada, Dios¨ lleva las de perder¨, le damos las sobras de nuestro tiempo.
  • Decimos: Dios háblame pero rápido porque tengo prisa.
  • Tal como el camino endurecido representa la mente cerrada, los que no tienen suficiente raíz representan la mente superficial, sin profundidad. 
  • Gran parte de Israel está construida en una base de piedra caliza con unos 10 cm  de tierra encima. Es decir que las plantas pueden crecer hasta unos 7 cm  y basta. 
  • Así que cuando llega el verano y el calor aprieta, las plantas se marchitan. Se mueren porque no tienen raíces debido a que hay un lecho de roca sólida por debajo que no les permite desarrollar raíces profundas.
  • Jesús está diciéndonos que esto representa al oyente superficial de la Palabra de Dios. La Palabra crece rápidamente y lo entusiasma pero no permanece. Cuando las cosas se ponen candentes y llegan los problemas, se marchitan y caen.
  • Hay gente que se entusiasma con un mensaje, pero no da el tiempo para que la Palabra penetre y pueda producir cambios en su vida (echar raíces).
  • Uno puede emocionarse sin transformarse.
  • La mente retiene en 72 horas solo el 5%. Es mejor un lápiz corto que una memoria larga (anota lo que aprendes para que después repases).

 

¿Voy tan rápido por la vida que no saco tiempo para dejar que la Palabra profundice en mi vida?