Corazones de Piedra
Hannia Carvajal
Cada uno de nosotros pasó o está pasando procesos en la vida que traerán cambios, transformación, crecimiento
Pablo decía “No es que ya lo haya conseguido todo, ni que ya sea perfecto; pero sigo adelante con la esperanza de alcanzarlo, puesto que Cristo Jesús me alcanzo primero” Filipenses 3:12NVI
Pablo es un gran ejemplo de lo que es ser transformado por las manos de Dios, el antes tenía un corazón de piedra endurecido y buscaba acabar con las enseñanzas de Cristo, ahora después de un cambio de corazón ejecutado por Dios en una intervención divina, fue transformado su corazón en uno tierno y sensible, pasó a ser un fiel servidor de su obra, tanto que siguió sometiendo su humanidad, sus debilidades, sus temores, sus dudas y sus anhelos a múltiples procesos, con el fin de ser mejor y así alcanzar el plan de Dios para su vida.
Si Pablo fue así de humilde como para reconocerse imperfecto y en construcción; en mejora continua, sin tomar en cuenta el prestigio, el reconocimiento y el amor que recibía en su servicio al Reino de Dios…
¡Cuanto más debemos serlo nosotros!, para reconocer que No lo hemos alcanzado todo, que seguiremos en construcción y mejora,
sin olvidar que necesitaremos enfrentar nuestras debilidades, no desesperanzados, pero sí de la mano de Dios.
Seguiremos adelante aceptando los retos y los cambios, con esperanza de ser mejores para que nuestro corazón de carne se siga perfeccionando hasta alcanzar la meta que Él nos ha dado.
Todos aún tenemos mucho que cambiar, mucho que crecer, muchísimo que aprender, lo que no debemos olvidar en medio de nuestros procesos de cambio es que ¡Cristo nos alcanzó primero! Ahora pregúntate: ¿Cómo está mi corazón?
Motivo de Oración:
Pidámosle a Dios que revele a nuestras vidas esas cosas que han estado endureciendo nuestro corazón o que aún no le hemos querido ofrecer para que el transforme, reconociendo que necesitemos ser transformados para beneficio de su reino acá en la tierra.